miércoles, 3 de agosto de 2011

The Boys nº 4. Seguimos desacelerando...







Guión: Garth Ennis
Dibujo: Darick Robertson
Color: Tony Aviña
Título original: The Boys 23 a 30 USA






Una de las superheroínas integrantes del grupo G-Men ( parodia de los X-Men, por si hay algún despistadillo )se suicida, no sin antes pronunciar una frase que servirá al bueno de Leche Materna, para iniciar una ardua investigación que concluirá con la resolución de los motivos de tamaña catástrofe. Además, The Boys aprovechará la ocasión para infiltrar a uno de sus miembros en La Masía de los G-Men, con el fin de mejorar los sistemas de espionaje que Carnicero y su banda tienen sobre dicha franquicia.

Básicamente, el párrafo de arriba describe la totalidad de los hechos que conforman el cuarto volúmen de The Boys. Evidentemente, deberíamos sumar un lenguaje demasiado soez y repetitivo, que ya empieza a cansar. También algún que otro cráneo machacado, y un par de escenas de sexo totalmente innecesarias y sin chispa. Evidentemente, el conjunto llega a ser bastante pobre, y las típicas soluciones que Garth Ennis ha ido utilizando en números anteriores y que servían para animar un poco las historias y de paso maquillar su escaso argumento, inexplicablemente han sido retiradas en este cuarto número, quedando la diversión del lector a merced del desarrollo de una historia de investigación, que no ofrece ningún tipo de novedad, ni se desmarca una sola vez de las situaciones y resoluciones más típicas utilizadas del mundo del cómic.

Para postre, Garth Ennis calca situaciones graciosas que ya le dieron resultado en algún número anterior, como por ejemplo la orden que Carnicero da a Terror para que se "folle" a otro animal, y además muestra carencias narrativas y de contenido importantes. No acabo de entender como un superhéroe que es capaz de levantar un avión, puede morir tan fácilmente a manos de un par de soldados con metralleta. Y tampoco entiendo como pretende generar algún interés en los personajes, si resulta que todos los superhéroes que aparecen en The Boys, tienen la psique de un imbécil descerebrado, incapaz de pensar en nada más que masturbarse o beber hasta vomitar.

El colofón a tanta desaceleración lo pone el dibujo del señor Darick Robertson, que parece que va marcha atrás como los cangrejos. Ya que no ha mejorado en absoluto desde el primer número, sinó que creo que dibuja peor y más sucio.

En resumen, o al señor Ennis se le acaban las ideas, o pretende llevar la colección a otro estilo ( que alguien me explique a cual), o yo estoy loco.... bien pensado pueden ser las tres cosas a la vez. Le daré de margen sólo el próximo volumen, por mucho que insista mi demonio coleccionista en que la termine comprando toda. Palabrita ...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El guionista es Garth Ennis, no Warren Ellis.

MorkaielRojo dijo...

Gracias por el apunte. Debí de despistarme soberanamente pues lo tenía bien escrito en la parte de arriba. Puede que el mismo cómic me provocara la indigestión mental. Arreglado queda.

Gracias de nuevo