miércoles, 29 de diciembre de 2010

Namor. En las Profundidades

 






Guión: Peter Milligan
Dibujo y tinta: Esad Ribic
Título original: Sub-Mariner: The Depths( 1 a 5 USA )





Tal y como comenté en la reseña de Estela Plateada: Requiem, parece que poco a poco las Novelas Gráficas, vuelven a recuperar la importancia y grandeza que tuvieron hace ya casi quince años. Supongo que será casualidad, pero curiosamente el genial artista Esad Ribic ha formado parte de los tres equipos creativos encargados de relanzar este especial formato, y a mi entender, sería una maravilla que su nombre estuviera ligado a las Marvel Graphic Novels durante mucho tiempo.

namor02En esta ocasión, Peter Milligan nos propone una aventura atípica de Namor, que además va acompañada de una versión también especial del Príncipe Submarino, con rasgos más animales y una presencia en general más terrorífica. Y es que el tono de la historia rebosa inquietud y miedo, ya que nos cuenta la enésima aventura del científico Randolph Stein para intentar arrojar algo de luz sobre el mito de la Atlantis. El señor Stein, racionalista exaltado y especialista en desenmarañar misterios, se encargará de descender hasta la fosa de las Marianas a más de 11000 metros de profundidad, con la intención de averiguar qué pasó con la anterior expedición y de paso resolver la leyenda de la ciudad de Atlantis. Durante el camino deberá de luchar contra las manías y supersticiones de la tripulación, contra el efecto de la presión y quién sabe.. quizá contra algo peor.

La historia destila una fuerte sensación a aventura al estilo Montañas de la Locura, o a cualquiera de los libros de Julio Verne. El tiempo en que se sitúa la trama, con más de sesenta años de diferencia con la época actual, ayuda también a reforzar la idea de que visitaremos zonas completamente desconocidas por el hombre. Además, los protagonistas de la historia no gozarán de las tremendas namor01bondades de las tecnologías actuales, y aunque parezca mentira, tal echo incrementa la sensación de inseguridad y vulnerabilidad, sobre todo si te encuentras bajo miles de millones de toneladas de agua marina, muy lejos de casa, y sin posibilidades fáciles de comunicarte con nadie. Así pues, el cómic transmite perfectamente la idea de soledad, de desamparo y expectación ante lo desconocido. También influyen muy positivamente en el deprimente ambiente, las supersticiones de los marineros, hombres altamente experimentados en las travesías submarinas, pero que no dudan en volverse timoratos ante la idea de la existencia de un hombre submarino, al que guardan profundo respeto. Así pues, leyendo la historia, acabas teniendo la sensación de que Namor es casi una excusa para que el relato pueda clasificarse como un relato Marvel, porque lo que realmente acaba poniéndote nervioso, es la excelente combinación de guión y dibujo que consigue que sientas miedo a las oscuras profundidades y al mar en general.

Como dije antes, Esad Ribic me parece un tremendo artista, capaz de plasmar a la perfección el deprimente ambiente del submarino y de las profundidades. Sabe sacar mucho partido de las luces y sombras en sus viñetas, y es un artista en lo que a expresiones faciales se refiere. Quizá eché en falta una mayor dosis de Namor, que por cierto es espeluznante, o tal vez algo de topología marina, pero en absoluto estos pequeños detalles deslucen un trabajo formidable.

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