miércoles, 29 de agosto de 2012

lunes, 27 de agosto de 2012

(Opinión) - Prometheus by un espectador cualquiera

098_de_560_v0010.1113
Tanto tiempo he estado esperando Prometheus, y tantas ganas tenía de verla, que seguramente ya arranqué el visionado condicionado por el hype previo. Y entiendo que esta sensación seguramente no la tendrá el espectador cualquiera, que acude al cine por el reclamo innegable que supone Ridley Scott y sus aliens, y con la idea de disfrutar de una nueva película de la saga. Pero cierto es que para el espectador sádico, que ya ha mirado trailers, visto imágenes de rodaje y analizado minuciosamente cualquier cantidad e información recibida de la película, el hype transforma de manera subconsciente una buena película, en una pequeña decepción.

Y más o menos eso es lo que me pasó, aunque también es de recibo comentar y creo que lo hago desde la posición más imparcial posible, que la película resulta algo sosa, y que no acaba de convencer ni a espectadores ocasionales, ni a fans acérrimos. Ridley Scott ejecuta a la perfección las grandes habilidades que posee como director, y nos ofrece una cinta con un manejo de cámara excelente, unos decorados magníficos, una ambientación muy buena y algunas interpretaciones notables. Destacaría particularmente a Fassbender en el papel de androide, y a Noomi Rapace a la que confieso que había encasillado en el papel Lisbeth Salander de la saga Millenium, pero que rubrica un trabajo destacado.

Prometheus gustará sin duda a los amantes del género y a los fans de la saga Alien, pero no destaca por nada en especial, puesto que se vale de los mismos aciertos de sus predecesoras para funcionar. En esta ocasión Ridley Scott no consigue sorprendernos, ni atemorizarnos, ni excitarnos con nada, y volca toda la responsabilidad en el éxito o fracaso de la película en las ideas y planteamiento que hicieron de Alien el 8º Pasajero una obra maestra. El argumento de Prometheus es demasiado sencillo, los acontecimientos que relata Ridley transcurren sin traba y de manera lineal, sin ofrecernos sorpresas significativas. Los viajeros encuentran enseguida lo que buscaban, y lo que buscaban les encuentra también pronto, y la curiosidad de la escena inicial se diluye poco a poco, hubiendo pasado casi una hora de película sin más aliciente que los momentos ya vividos en otras películas de la saga.

Los efectos especiales son apabullantes y los decorados maravillosos, pero es poco bagaje para las expectativas creadas. Y aunque bien es cierto que Prometheus es una cinta continuísta, después de cuatro entregas creo que la saga necesita algo más para volver a revitalizarse. Repetir aciertos del pasado, añadir efectos especiales y maquillarlo todo con un inicio original ya no basta para el espectador cualquiera. Prometheus prometía, pero se quedó en una buena película, sin más.

sábado, 18 de agosto de 2012

Batman: La Muerte de Oráculo







Guión: Gail Simone
Dibujo: Ed Benes, Pere Pérez, otros
Color: Nei Ruffino
Título original: Birds of Prey (1 a 11 USA)






La Muerte de Oloraculo
, es una tremenda tomadura de pelo. Y arranco así de contundente porque me fastidia que me tomen por tonto. Resulta que hay un grupito de superheroinas que ni pintan ni cortan y que no sirven para nada, que está formado por Canario Negro, la Cazadora, Oloraculo, Halcón (el único hombre, más tonto que un botijo), Paloma y otra rubia que ni recuerdo como se llama. Al parecer, el grupito se hace llamar Aves de Presa y por lo que he visto no deben de vender un puñetero cómic. ¿Qué solución hay al respecto?, pues nada, se coge un buen dibujo de Batman, se mete a portada completa y dentro se endosa la serie de Birds of Prey (¿Aves de Presa?, me molesta ya hasta el nombre) a la espera de que pardillos como yo piquemos y perdamos dinero, salud mental y diámetro de esfinter.

El colmo de todo es que la aventura/s que nos propone el cómic es sosa, cutre e incluso ridícula por momentos. Empieza mofándose del honor de los samuráis, rubricando una trama de inicio que da vergüenza y que desemboca después en la vejación de la figura del Pingüino. Acto seguido viene la resolución a la Muerte de Oráculo, a priori la aventura con más repercusión dentro del Universo DC, pero que acaba con el mismo poco interés como comenzó. Y el desaguisado finaliza con una aventura protagonizada integramente por la Cazadora, que me entretuvo por original y por no ser un baturrillo de chicas de falsa pose y irrisoria dureza. Una historieta sencilla, con dibujo pasable y desenlace original. Aunque bien es verdad que al encontrarse después del desastre previo, con la comparación sale ganando. De todas maneras, si este tomo pretendía ser un ejemplo de cómo realizar aventuras protagonizadas por mujeres, flaco favor se les ha hecho. Gail Simone debería haberse leído la serie de Mística del genial Vaughan.

El dibujo arranca con un suficiente Ed Benes, pero poco a poco va denigrando hasta hacer que la lectura de las páginas se te atragante. Salvaría también de la quema a Pere Pérez, que se encarga de la aventura de La Cazadora; aunque la sensación que más hondo ha calado en mi después de La Muerte de Oráculo, es lo primo que fuí al pagar 20 euros por él. Sin duda y con los tiempos que corren, hay muchas y mejores maneras de invertir esa cantidad. Avisados quedáis.