LLevando sólo cinco minutos de visionado, ya tuve la sensación de que iba a tragarme una soberana bazofia, pero como la primera me había gustado, los vampiros me encantan y la protagonsita era bastante maja, me decidí a darle una oportunidad y seguir viéndola. El resultado, tal y como pensaba, fue desastroso y consiguió hacerme sentir estúpido por el tiempo perdido.
El no-argumento se basa en el reagrupamiento de un gran número de vampiros por parte de una tal Lilith, que supuestamente es la jefa, para realizar un segundo ataque al Polo Norte. Sobre esta no-base deambula una película insoportablemente mal hecha, con actuaciones ridículas, planteamientos absurdos y situaciones resueltas de manera patética. La dirección es tan mala que hubiese podido ser firmada por cualquier crío de poco años, la puesta en escena es insultante, y los actores no tardan en embriagarse de tamaño truño, para ofrecernos arquetipos planos, sin atisbo de solidez y ni un mínimo de interés. Vergüenza ajena es lo que sentía a medida que avanzaba la película, y no pude evitar preguntarme cómo es posible que alguien sea capaz de invertir dinero en rodar algo tan malo. También me cuestioné el derrotero que últimamente van tomando las películas de vampiros, otrora grandes adversarios repletos de recursos y envueltos en misterios, y ahora meros zombies gilipollas sedientos de sangre que gustan de beberla en vasos del IKEA, o en palanganas mugrientas como si fueran perros abandonados.
Así pues, a trompicones tal y como empezó, terminó un film completamente olvidable y denigrante que insulta una vez más a la mítica figura del vampiro. La conclusión positiva que puede sacarse no obstante, es que visto lo visto no creo que haya nadie capaz de intentar hacer una tercera entrega de esta saga.
El no-argumento se basa en el reagrupamiento de un gran número de vampiros por parte de una tal Lilith, que supuestamente es la jefa, para realizar un segundo ataque al Polo Norte. Sobre esta no-base deambula una película insoportablemente mal hecha, con actuaciones ridículas, planteamientos absurdos y situaciones resueltas de manera patética. La dirección es tan mala que hubiese podido ser firmada por cualquier crío de poco años, la puesta en escena es insultante, y los actores no tardan en embriagarse de tamaño truño, para ofrecernos arquetipos planos, sin atisbo de solidez y ni un mínimo de interés. Vergüenza ajena es lo que sentía a medida que avanzaba la película, y no pude evitar preguntarme cómo es posible que alguien sea capaz de invertir dinero en rodar algo tan malo. También me cuestioné el derrotero que últimamente van tomando las películas de vampiros, otrora grandes adversarios repletos de recursos y envueltos en misterios, y ahora meros zombies gilipollas sedientos de sangre que gustan de beberla en vasos del IKEA, o en palanganas mugrientas como si fueran perros abandonados.
Así pues, a trompicones tal y como empezó, terminó un film completamente olvidable y denigrante que insulta una vez más a la mítica figura del vampiro. La conclusión positiva que puede sacarse no obstante, es que visto lo visto no creo que haya nadie capaz de intentar hacer una tercera entrega de esta saga.
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